Latitud y Longitud: Las coordenadas que nos ubican en el mundo
¿Qué es la latitud?:
La latitud mide la distancia de un punto respecto al Ecuador (la línea imaginaria que divide la Tierra en hemisferio norte y sur).
Se expresa en grados (°), desde 0° en el Ecuador hasta 90° en los polos.
Un ejemplo: Buenos Aires se encuentra a unos 34° de latitud sur.
La latitud también influye en el clima y las estaciones: no es lo mismo vivir cerca del Ecuador, donde siempre hace calor, que en altas latitudes como Noruega, donde los inviernos son largos y fríos.
¿Qué es la longitud?:
La longitud mide la distancia de un punto respecto al meridiano de Greenwich, una línea imaginaria que pasa por Londres y divide la Tierra en oriente y occidente.
Se expresa también en grados, de 0° a 180° hacia el este u oeste.
Por ejemplo: Buenos Aires está a unos 58° de longitud oeste.
La longitud es la que nos permite, junto con la latitud, ubicar cualquier lugar exacto en el globo.
¿Por qué son tan importantes?:
Gracias a la combinación de latitud y longitud podemos:
Ubicar con precisión cualquier sitio en un mapa o GPS.
Navegar mares y cielos (los antiguos marineros dependían de ellas).
Organizar el tiempo, ya que los husos horarios del mundo se basan en la longitud.
Un dato curioso:
Durante siglos, los navegantes sabían calcular la latitud observando el Sol o las estrellas, pero la longitud fue un verdadero misterio. Recién en el siglo XVIII, gracias al reloj marino creado por John Harrison, se pudo medir con precisión… y así, la exploración mundial dio un salto gigantesco.
En resumen, la latitud y la longitud son como la “dirección universal” de cada punto en la Tierra. Dos coordenadas simples que nos permiten no perdernos nunca, sin importar dónde estemos.

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