Ibn Battuta: El viajero que solo quería conocer
Cuando pensamos en grandes exploradores, muchos recuerdan a Marco Polo. Pero pocos conocen a Ibn Battuta, un viajero marroquí del siglo XIV que recorrió más de 120.000 kilómetros, desde el norte de África hasta China, pasando por lugares que ni siquiera figuraban en los mapas europeos de su época.
El inicio de una odisea:
En 1325, con apenas 21 años, Ibn Battuta partió de su ciudad natal, Tánger, con la intención de cumplir la peregrinación a La Meca (hajj). Lo que iba a ser un viaje de unos pocos meses se convirtió en una aventura de casi tres décadas. Visitó cerca de 44 países actuales, atravesó desiertos, cruzó océanos y se integró en culturas muy diferentes a la suya.
Anécdotas que sorprenden:
El legado del gran viajero
A su regreso a Marruecos, dictó sus memorias en un libro conocido como la "Rihla" (“El viaje”), donde relató con asombroso detalle las ciudades, gentes y costumbres que conoció. Gracias a este testimonio, hoy podemos imaginar cómo era el mundo medieval visto a través de los ojos de un explorador incansable.
Ibn Battuta no viajaba solo para comerciar o conquistar, sino para conocer. Su curiosidad lo llevó más lejos que a la mayoría de sus contemporáneos, y su historia es un recordatorio de que, a veces, el verdadero destino no es un lugar… sino el viaje en sí mismo.

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