Descubrí la Laguna del Diamante: un tesoro escondido en Mendoza

 
Si sos amante de los paisajes únicos y de la naturaleza en su estado más puro, la Laguna del Diamante, en Mendoza, es un destino que no puede faltar en tu lista.

Ubicada a 3.300 metros sobre el nivel del mar, en plena Cordillera de los Andes, esta impresionante laguna debe su nombre al reflejo perfecto del volcán Maipo sobre sus aguas cristalinas, creando la ilusión de un diamante gigante.

Lo más sorprendente es que, a pesar de su belleza, no es un destino masivo. Esto se debe a que solo se puede visitar durante el verano (de diciembre a marzo), cuando el clima permite el acceso.

¿Qué la hace especial?:

  • Es una de las reservas de agua dulce más importantes de Mendoza.

  • El paisaje combina laguna, montaña, nieve y un cielo que parece infinito.

  • Ideal para fotografía, trekking y avistaje de fauna andina (guanacos, cóndores, zorros).

Cómo llegar:

Desde Mendoza capital son aproximadamente 200 km hacia el sur, por la Ruta Provincial 98, atravesando la Reserva Natural Laguna del Diamante. Es necesario un vehículo 4x4 y, en muchos casos, permiso de ingreso.

Consejos para el viajero:

  • Llevá abrigo, incluso en verano las temperaturas son bajas.

  • No hay servicios turísticos, por lo que se recomienda ir preparado con comida y agua.

  • El acceso es controlado para preservar el ecosistema, así que ¡respetá las normas!

La Laguna del Diamante es el lugar ideal para quienes buscan una experiencia auténtica, lejos de las multitudes, en un rincón mágico de la cordillera.

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